Quizá fue una hecatombe de esperanzas un derrumbe de algún modo previsto, ah, pero mi tristeza sólo tuvo un sentido,
todas mis intuiciones se asomaron para verme sufrir y por cierto me vieron.
Hasta aquí había hecho y rehecho mis trayectos contigo, hasta aquí había apostado a inventar la verdad, pero vos encontraste la manera, una manera tierna y a la vez implacable, de deshauciar mi amor.
Con un sólo pronóstico lo quitaste de los suburbios de tu vida posible, lo envolviste en nostalgias, lo cargaste por cuadras y cuadras, y despacito sin que el aire nocturno lo advirtiera,
ahí nomás lo dejaste a solas con su suerte que no es mucha.
Creo que tenés razón, la culpa es de uno cuando no enamora y no de los pretextos ni del tiempo.
Hace mucho, muchísimo, que yo no me enfrentaba como anoche al espejo y fue implacable como vos mas no fue tierno.
Ahora estoy solo, francamente solo, siempre cuesta un poquito empezar a sentirse desgraciado.
Antes de regresar a mis lóbregos cuarteles de invierno, con los ojos bien secos por si acaso, miro como te vas adentrando en la niebla y empiezo a recordarte....
lunes, mayo 15, 2006
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1 comentario:
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